En Colombia el proceso de industrialización y urbanización produjo el surgimiento, auge y consolidación de un número considerable de ciudades que han tenido como propósito fundamental el de apoyar el desarrollo económico y político del país, pero no el de ser asiento de una población que encuentre en ellas los recursos necesarios para habitarlas. Hoy, en algunas de estas ciudades aún persiste un escaso compromiso social de parte de sus administradores y dirigentes, para convertirlas en el espacio propicio para adelantar el ejercicio de la ciudadanía.