Desde finales del siglo XX, los niveles de lactato han sido estudiados como marcador pronostico en los pacientes críticamente enfermos y como meta en su reanimación. En pacientes con enfermedad hepática la interpretación de los niveles de lactato presenta cierta dificultad dado su mecanismo de producción fisiopatológico. Sin embargo, existe evidencia sobre la relación de los niveles de lactato y mortalidad en el paciente con enfermedad hepática aguda o crónica en el paciente críticamente enfermo. Además, se ha postulado el lactato como predictor de beneficio de trasplante hepático y marcador pronostico temprano posterior al trasplante hepático. De acuerdo con lo anterior, es relevante el estudio e interpretación adecuada del lactato en los pacientes con enfermedad hepática.