Este artículo explora las tensiones entre el saber de los músicos piteros tradicionales de Morroa, Sucre, y el saber experto de funcionarios y académicos involucrados en un proyecto incipiente de patrimonialización de la técnica de interpretación del pito atravesao en ese municipio. Desde la investigación etnográfica basada en observación participante y entrevistas, analizo la manera en que el pito atravesao permite entender la historia y la cultura locales, así como el sonido propio y me detengo en el concepto de sangre de la comunidad, porque como dicen las y los músicos: “sin sangre no hay música”.