Los limbos arqueológicos son sitios extraoficiales en México no son administrados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia sino que por terceras personas (particulares, comunidades, entidades o municipios), a la sombra de las zonas monumentales consagradas en el imaginario nacionalista que acaparan los escasos recursos y personal disponibles. Este documento busca trasladar a quienes lo lean a algunos de estos proyectos en contextos geográficos y culturales divergentes, a La Proveedora en la frontera norte, un sitio privado de petrograbados en el desierto sonorense; al centro, donde un ejido mestizo custodia las pinturas rupestres de El Boyé, Hidalgo; al sureste, a Xoclán, administrado como un parque municipal y a Yaxuná, una antigua urbe preservada por una comunidad maya.