El presente artículo trata de la metodología Design Thinking (Pensamiento de diseño), enfocada en el ámbito educativo. Se presenta su origen, etapas y el vínculo con los diferentes tipos de inteligencia propuestos por Gardner. En la aplicación de la metodología se indica cómo se fortalecen las inteligencias múltiples en actividades como: observar, crear, actuar, encontrar y proponer soluciones a la situación identificada como necesidad, desafío o reto. Se parte de la interacción y empatía con las personas (es por eso que se conoce como metodología centrada en las personas). De igual manera, se fortalece la inteligencia emocional, la benevolencia, empatía, optimismo y la confianza creativa. Finalmente, se presenta el contexto de la metodología en el ámbito educativo y cómo puede ser implementado en el proceso de formación profesional en el SENA, con el fin de contribuir con las prácticas pedagógicas, y cómo captar a los aprendices partiendo de su motivación, pertinencia y creatividad. Se reconoce el trabajo colaborativo como clave para generar conocimiento, generando afinidad, comprensión y resolución de conflictos, un aspecto reconocido en el libro 101 claves para la innovación; como leemos en la clave 55: “Aprender, imaginar y hacer juntos genera una cultura con base en la discusión, el respeto y el enriquecimiento mutuo por medio de perspectivas diferentes. Es la denominada polinización cruzada, la formación de un tejido de experiencias y competencias” (2016, p. 41).