Las características ambientales de los suelos en los agroecosistemas altoandinos los hacen susceptibles a procesos erosivos generados por la intensidad y duración de las lluvias. Estos efectos se intensifican al disminuir la cobertura vegetal en la etapa de preparación del suelo para el cultivo. Por estas razones se trabajo sobres cultivos implantados y se determinó la cantidad de suelo desplazado por escorrentía superficial en lluvia simulada a 100 mm h-1 de intensidad, obteniéndose una media estadística de suelo erodado en terreno para cultivo de 2.6 g y en terreno con pastura de 0.2 g. Esta información permitió desarrollar una evaluación ambiental, usando la matriz de FEARO (oficina federal de revisión y análisis ambientales), con la cual se identificó que los componentes ambientales más afectados son el suelo, flora y la fauna, generando un cambio en las características propias de este ecosistema.