Este artículo se deriva de la investigación La belleza en el cine de terror que explora la belleza como velo y guardiana de lo siniestro. A través de un ejercicio exegético se reflexiona y se hace un recorrido por la belleza como categoría estética, llegando hasta los posibles significados que adquiere cuando se pone en concordancia con lo terrorífico y con lo transgresor. En esta indagación se relaciona lo bello con lo sublime, con la contemplación, con lo familiar, con lo oculto y misterioso, con lo repelente y transgresor, deviniendo en un terror que lentamente se va transformando en melancolía.