Este texto es resultado de las reflexiones sobre el lugar de la educación en estos tiempos de pandemia desde el rol del estudiante. La conversación se sitúa en las simetrías y asimetrías educativas en estos momentos de tensiones, crisis y novedades sociales, educativas, económicas y políticas por las que transita el ser humano. Se observa entonces que la educación ha cambiado y seguirá cambiando desde el espacio físico, las relaciones, los métodos de enseñanza, los currículos y las comunicaciones, lo que nos invita a centrar la mirada en la fragilidad de lo humano. Así las cosas, se propone abordar cuatro momentos; el primero contempla la relación entre sociedad y escuela; el segundo pregunta por el lugar de lo humano en la educación; el tercero invita a la reflexión en torno a la educación en tiempos de pandemia, como un asunto para seguir repensando, y el cuarto aborda la siguiente pregunta: ¿de qué escuela debemos empezar a hablar? Se reflexiona sobre saberes, prácticas y discursos que han venido concurriendo en el actual cambio de época y sobre las tensiones y dinámicas que afectan el acto educativo y, con ello, la experiencia humana.