A partir de la premisa de que Beatriz Sarlo hace del vínculo con el presente el centro de una radical experiencia crítica, en este artículo mapeamos e interpretamos la serie de textos y de intervenciones en los que se redistribuye la intensidad de esa afección, en torno del año 2007, como punto de inflexión. La hipótesis es que es en esa redistribución de escritos y de prácticas de escritura (sintetizada en la edición del volumen Escritos de literatura argentina y en las columnas periodísticas del diario Perfil, luego reunidas en Ficciones argentinas), y no necesariamente en la que puede considerarse como su primera formulación programática de 1987 (la literatura escrita en el presente como crítica del presente), que es preciso leer en la obra de Beatriz Sarlo una teoría (crítica) del presente. Se trata de un cruce de experiencias con el tiempo (experiencias de choque, de fines, de recomienzos) que muestra, además y sobre todo, que lo que se ha modificado para Sarlo al cabo de esos veinte años (1987-2007), junto con el lugar y el valor del presente en la literatura (materia de una elaboración formaly de contenido que hay que representar), es el lugar y la función misma de la crítica en relación con el presente de esa literatura.