La infección necrosante de piel y tejidos blandos es caracterizada por su rápida progresión hacia la fascia superficial. La aproximación diagnóstica se basa en los hallazgos clínicos y paraclínicos; sin embargo, es difícil reconocer las manifestaciones clínicas iniciales, debido a sus similitudes con otras infecciones de tejidos blandos purulentas o no purulentas.