El equilibrio financiero puede resultar afectado por variadas causas, unas atribuibles a la propia administración contratante como sería el incumplimiento de sus obligaciones contractuales o la modificación en las condiciones de ejecución del contrato, otras también imputables a la administración, pero provenientes de su función estatal y ajenos o extraños a las partes involucradas en el negocio, en cuya ocurrencia se habla de la Teoría de la Imprevisión, por cuanto trata de aquellas circunstancias de hecho, que de manera imprevistas surgieren en la ejecución del contrato y ajenas a la entidad como parte y al estado como administración, por supuesto, proveniente u originada en hechos, comportamientos y situaciones también extraños a la persona del Contratista.