Se quiere salir del centro de una actividad tradicionalmente entendida como «disciplina centrada en los objetos» para expandir este horizonte hacia algunos de los fenómenos contemporáneos que se desprenden de algunas de las prácticas del diseño, como es el caso de las prácticas sociales en diseño. Desde aquí se pretende revisar algunos de los conceptos que se derivan de la actividad propia de la disciplina, como sucede con las nociones de diseño y política1. En el presente artículo se comprende que el diseño es ante todo una actividad y, por lo tanto, una «práctica creativa, comunicativa, estética y política», ya que es una actividad comunitaria y participativa. Se hará énfasis en cuatro puntos claves para llegar a esta última afirmación: el primero procurará explorar el diseño como disciplina; en un segundo momento se revisará el diseño como práctica creativa, para luego retomar el diseño como actividad. De este modo, se mostrará la innegable relación entre el diseño como una práctica comunicativa, estética y política. En un tercer momento, la idea será precisar algunos conceptos, los cuales servirán para enunciar a qué nos referimos con prácticas sociales o prácticas comunitarias en diseño. Por último, a manera de conclusión, se argumentará, desde algunas teorías contemporáneas, cómo el diseño participa como agenciamiento político y transformador de lo social. Todo lo anterior a la luz de algunos teóricos del diseño y filósofos como Arendt, Heidegger, Rancière, entre otros.
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Architecture, Art, Education
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FuenteACTIO Journal of Technology in Design Film Arts and Visual Communication