Para el control del dolor considerado como crónico está indicada la prescripción prolongada de opioides, sin embargo, en ocasiones es de gran intensidad, o bien, evoluciona como moderado pero penosamente molesto que obliga a incrementar el número de aplicaciones con riesgo de comprometer seriamente el patrón ventilatorio. Los relajantes musculares no despolarizantes se administran a los pacientes que requieren soporte respiratorio mecánico, con la finalidad de facilitar la tolerancia al tubo endotraqueal y al ventilador de volumen, obviamente, fármacos adyuvantes como los benzodiazcpínicos, propofol, etc., son capaces de abatir los requerimientos de hipnoanalgésicos y miocurarizantes.