El contrato atípico de servicios logísticos contiene prestaciones complejas diseñadas según el tráfico comercial. Empero, cuando surgen conflictos interpretativos los jueces recurren a criterios externos a la ecuación económica inicial. Esto puede llevar a consecuencias indeseadas. La presente investigación indaga por los límites de la filosofía kantiana para solucionar el problema. Se concluye que la igualdad puede ser un fundamento no utilitarista para la interpretación, pero sigue recurriendo a algo más que la voluntad. Al final, se propone el concepto de persona razonable, pues respeta la lógica comercial del negocio y al mismo tiempo es un método hermenéutico que resulta eficaz.