<p align="justify">El proceso enseñanza-aprendizaje está matizado por diversas condiciones del contexto vivencial del estudiante, las cuales afectan y determinan su disposición ante la tarea educativa. Dicho entorno es un escenario complejo donde todos los estamentos participantes deben desarrollar estrategias eficientes en procura de las competencias esperadas por cada uno. El humor, como estrategia pedagógica, posibilita alcanzar los objetivos propuestos y lograr mayor eficacia en la enseñanza y en el aprendizaje. Se genera así un sentimiento de reconocimiento hacia el espacio académico: además de aprehender se puede divertir y comprender. En este marco, se presenta la estrategia para la enseñanza del curso “Política Ambiental”, en el marco de la reflexión crítico-social. A partir de tal razonamiento, conviene enfatizar en el papel del docente mediador como modelo de los estudiantes y en el manejo de un espectro de conocimiento más amplio, con la comprensión del entorno conflictivo del docente y su lectura desesperanzada y pesimista de la realidad.</p>