Este artículo estudia los trabajos de Óscar Hernández (1925-2017), Jaime Jaramillo Panesso (1938) y Aníbal Arias (1948). En Las contadas palabras, Hernández utiliza elementos antipoéticos para desarrollar una retórica populista que mantiene la elevación del poeta. En Antipoemas de un malevo, Jaramillo Panesso se sumerge en ambientes urbanos y marginales con vocación documental y algunos logros basados en la ambivalencia. En Motivos ajenos a la voluntad, Arias transmite la violencia en la propia forma poética mediante fragmentos broncos que aparentan poca elaboración literaria. En conjunto, estas obras generan un cambio en la línea antipoética de la literatura colombiana.