El artículo analiza de manera crítica la novela El desbarrancadero a la luz de algunas teorías relacionadas con las ruinas, la basura y la confesión, para determinar que la ruina en la obra de Vallejo es una diferenciada realidad de escombros que complejiza el espacio real y ficcional del escritor. Dicha realidad, junto a la basura de los discursos normativos, compone una fuente de formulaciones de carácter confesional y un sistema complejo de presencialidad virtual relacionado con la destrucción/reparación de los escombros, con la finalidad de instituir la obra literaria como ruina pura.