La zona andina nariñense muestra, a lo largo de la centuria pasada y lo que va corrido de la presente, una actividad musical considerable. La participación de hombres y mujeres, sin embargo, no ha sido equilibrada. La visión patriarcal de la sociedad ha llevado a reducir la presencia femenina en campos como la composición y a restringir la interpretación a un reducido número de instrumentos y al área vocal. Las tesis feministas que sirvieron a mujeres del pasado para conquistar sus derechos, apoyan a las presentes para emanciparse y construir otros escenarios que les han permitido expresar mejor su interioridad y proyectar su acción transformadora de la realidad social y cultural. La musicología feminista, desde una perspectiva política, ha abierto un espacio para visibilizar el aporte de las mujeres a la cultura musical, y ha posibilitado la escritura de una nueva historia donde ellas son las protagonistas.