El presente artículo analiza las fuentes antropológicas que pueden permitir a la mentira política tener un mayor nivel de resistencia. Para lograr este objetivo nos centraremos en tres autores: Arendt, Blumenberg y Derrida; desde ellos veremos cómo la mentira política se relaciona con dimensiones de agenciamiento y configuraciones simbólicas que dificultan no solamente su detección sino su control y resistencia.