La transfusión masiva es la transfusión de más del 50% del volumen sanguíneo total en 3 horas; 100% en 24 horas o reemplazar la pérdida de sangre en curso de más de 10% del volumen sanguíneo total por minuto. Los pacientes pediátricos requieren transfusión masiva en una variedad de entornos. Existen datos limitados para apoyar estrategias óptimas de transfusión masiva en niños, los datos son extrapolados de adultos y no es lo más conveniente, sin embargo alrededor de 15% de los niños la requieren. La evidencia actual sugiere que en centros donde se realizan transfusiones masivas basadas en protocolos, la morbimortalidad es mucho menor.