Spanish Abstract: Durante mucho tiempo, el capitalismo ha tenido una mala reputación, y no solamente en los países con tendencia comunista. El discurso público en continentes tales como Latinoamérica y África ha sido muy crítico respecto al modelo de negocio anglo sajón. Sin embargo, lo novedoso, es que con el nuevo milenio, el descontento con el capitalismo parece haberse globalizado. De igual manera, en culturas anglosajonas, los primeros baluartes de la propiedad privada, el libre comercio y los mercados desregularizados, junto con el capitalismo accionista, han provocado protestas extendidas que unen ciertos enemigos ideológicos tales como el partido del té y los movimientos de la toma de Wall Street. Mientras que la izquierda política, culpa al actual capitalismo accionista por la creación de una sociedad desigual e injusta, la derecha política culpa al capitalismo clientelista y a la conspiración de las elites políticas y económicas generadas a causa de la crisis financiera y los niveles insostenibles de endeudamiento. A principios de 2014, incluso The Economist, un partidario fiel del liberalismo económico y del libre mercado, denunció, en su portada, las formas actuales de capitalismo y llamó a los mercados emergentes de Roosevelt a intervenir. El statu quo global, al parecer, encuentra menos defensores, y cada vez más detractores. Es el momento, por lo tanto, de hacer un balance de esta crítica globalizada y buscar alternativas al sistema económico actual.