En el presente ensayo se aborda la relación existente entre la causa internacional por la abolición de la esclavitud que fuera liderada por el imperio británico en el siglo XIX y la lucha mundial contra las drogas promovida por los EE.UU. desde el siglo XX, puesto que en cada caso estas dos naciones pudieron imponer al resto del mundo su liderazgo moral y su agenda geopolítica. Además se destaca la forma en la que se asimila la adicción a las drogas con una moderna forma de esclavitud y cómo los EE.UU. lograron arrebatarle al imperio británico su liderazgo moral y económico cuando este último decide renunciar a su negocio de opio hacia la China para sumarse a la cruzada mundial contra las drogas. Y se evidencia que el discurso prohibicionista, antes que para reivindicar a los integrantes de la comunidad negra norteamericana frente a lo que se advierte como una moderna forma de esclavitud, ha servido para marginarles y subyugarles.