Este es un relato que pretende acercar al lector a la realidad de dos mujeres cubanas que en tiempos de coronavirus continuaron, a través del uso de las tecnologías, y sorteando obstáculos para lograr ser resilientes, mantener su labor formativa, científica e investigativa, sin abandonar las tareas como madres y esposas. Se abordan elementos relacionados con la necesidad de utilizar de manera óptima y racional las tecnologías, así como la importancia del proceso formativo que se genera hacia el interior de las universidades y que repercute en una sociedad cada vez más equitativa, en aras de alcanzar un desarrollo sostenible. Historias de vida, en medio de la COVID-19, que pretenden disminuir la brecha entre hombres y mujeres y enaltecer la labor de estas, como justo reconocimiento a su rol actual.