Siendo el tabaquismo el responsable de millones de muertes en el mundo, con tendencia a aumentar en las proyecciones, vemos con preocupación cómo este puede convertirse en un factor de mayor impacto en esta pandemia de COVID-19 (1, 2). Los datos epidemiológicos, que se obtiene de revisar las poblaciones con mayor impacto en la infección por COVID-19, muestran que los fumadores parecen ser más vulnerables a efectos adversos serios. La acción de fumar mantiene activo el contacto entre los dedos, la boca y la cara, exposición continua a la saliva, que podría aumentar la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca. Además, el uso de cigarrillo electrónico ha aumentado en los últimos años, sobre todo en la población joven. Según los reportes recientes existen peores desenlaces en paciente con infección por coronavirus; por lo cual, se decidió realizar una revisión de la literatura de dicha afirmación.