El objetivo del ejercicio fue comprender las relaciones afectivas entre plegados[1] de origami que han sido cuidados por un tiempo significativo y las personas que los cuidan. La vida material de los objetos, desde el posthumanismo, sirvió como aparato teórico, y el investigar con objetos como marco metodológico, seleccionando en Bogotá cuatro parejas de plegados y sus cuidadoras[2] para registros fotográficos y entrevistas filmadas en los lugares donde habitaban los plegados. Como un componente reflexivo, el autor y su plegado también participaron como pareja. En cuanto al cierre, algunas formas de relación plegado-cuidadora (paternidades, pactos, perdones, retornos e in-materialidades) fueron presentadas a partir del ejercicio, junto a tres propuestas para futura indagación: conocer otras posibles configuraciones entre cuerpos humanos y plegados, estudiar en mayor profundidad las formas de relacionarse entre origamistas y nuevamente los plegados, y estudiar de forma material el vínculo entre creadora, primer plegado y el llamado “modelo” en el origami.