El texto reflexiona sobre tres ejes claves: la necesidad de considerar la memoria y sus espacios físicos y simbólicos como patrimonio colectivo en nuestros espacios de residencia; la necesidad y reto de transmitir y resinificar estos lugares como lugares de resistencia y como patrimonio transformador de valores actuales y contemporáneos; y la voluntad más actual de hacerlo de forma transnacional, comparada y en red. De ahí que el texto aborda una parte más reflexiva conceptual y teórica y otra parte habla de casos estudiados a modo de ejemplo sobre los debates y conflictos actuales que pueden ser modelos de trabajo y análisis. Conceptos como la memoria múltiple, las memorias nostálgicas, resistentes, incómodas e incluso conflictivas son tratados como conceptos, pero el autor los intenta vincular a casos prácticos a través de la interpretación, transmisión cultural y turística de la memoria. Metodologicamente el texto combina la reflexión teórica con los casos prácticos de análisis concretos de espacios de memoria.