¿Por qué sucedió esto en una sociedad, como la contemporánea, pletórica de ciencia y tecnología?”. El autor de la carta Pandemia, Castaño [1] lanza esta pregunta, una cuestión con todo el sentido del mundo en tanto que lo razonable es que las ciencias nos tendrían que haber conducido al máximo bien, al máximo control de lo “malo” como lo es la pandemia COVID-19. Sin embargo, no ha sido así, y esto requiere de análisis. Efectivamente es inevitable enumerar las consecuencias negativas de esta pandemia, destaco para comenzar la mencionada por el autor en torno a las medidas de confinamiento: “disolviendo así el tejido social, destruyendo la economía y, en última instancia, condenándola a morirse de hambre.