Este artículo reflexiona sobre la percepción económica, militar y política de los ríos y montañas de los Andes septentrionales durante las expediciones de conquista y primeras décadas de vida colonial en el Nuevo Reino de Granada. Partiendo de fuentes y estudios relativos a la cultura geográfica y cartográfica de la época, se destacan tres expectativas ante el sistema geofísico y social del interior andino. Primero, se muestra cómo las noticias sobre la existencia de minerales y de poblaciones indígenas en los valles tropicales propiciaron una idea de riqueza disponible que se volvería popular en obras cosmográficas europeas. La segunda parte se acerca a la percepción baquiana en la cual el territorio se evaluó a partir de experiencias militares y posibilidades de movilidad y conexión por la geografía neogranadina. Por último, el epílogo expone la economía política de la naturaleza que las autoridades locales propusieron para ordenar y administrar el reino basándose en una división esquemática entre tierras bajas-calientes y tierras altas-frías.