resumen: Hasta finales del siglo XVIII los espartanos fueron el principal modelo y referente de la Antigüedad griega en la tradición y el pensamiento occidental, encarnando los valores de coraje, patriotismo, servicio a la comunidad, estabilidad constitucional y austeridad frente a una Atenas cuya democracia era percibida como oclocracia y su riqueza como corrupción.En el presente artículo mostraremos cómo la incipiente historiografía científica de la primera mitad del siglo XIX, particularmente en Gran Bretaña, desmontó el paradigma espartano al poner el foco sobre su excluyente régimen oligárquico, su militarismo y su esterilidad cultural y económica, al tiempo que lo reemplazaba por el paradigma ateniense, basado en su régimen democrático, su imponente legado cultural y el benéfico liderazgo de un imperio naval, una imagen que guarda un sospechoso parecido con el liberal e industrioso imperio británico contemporáneo.