La creación Matemática y la creación Literaria tienen más afinidades y analogías que otras actividades que comprometan al cerebro humano. Muchos de los objetos y elementos sobre los cuales trabajan algunas teorías Matemáticas son verdaderas ficciones al igual que los objetos y los seres que protagonizan un cuento o una novela. Así, por ejemplo, los Alephs introducidos por Cantor para cuantificar los Conjuntos Infinitos (estableciéndose como cardinales Transfinitos) son retomados por el ilustre literato Jorge Luis Borges para muchas de sus construcciones narrativas en las que materializa y objetiva algunos infinitos como totalidades (en acto).
 El rigor que acompaña el discurrir en la construcción de las teorías Matemáticas para garantizar la coherencia y evitar las contradicciones estructurales, es similar al rigor que el literato le imprime a su obra para hacerla consistente y darle credibilidad.