Colombia cuenta con zonas de altísima relevancia ambiental por su megabiodiversidad. Precisamente en estos territorios se ha librado, casi que a cabalidad, el conflicto armado, sufriendo impactos devastadores en todo ámbito. Esto ha traído problemáticas conexas que representan grandes desafíos frente a la construcción de paz territorial y de un posconflicto sostenible, siendo necesario encararlas para la democratización de los derechos inherentes del conglomerado social cercano al conflicto y en efecto, a un efectivo desarrollo endógeno-local basados en el principio de no regresión y justicia ecológica.