Este artículo analiza la figura del intelectual en Michel Foucault y Maurice Blanchot a partir de tres perspectivas: 1) la afirmación del anonimato del lenguaje; 2) la mirada crítica del poder y 3) la tarea ética del pensamiento y la escritura. Esto con el fin de caracterizar el intelectual como una voz anónima entre voces anónimas que interpelan el poder, un vigía en solidaridad con los anónimos y, finalmente, la responsabilidad de su escritura con los otros.