Crónica periodística del padre Raúl Darío Bejarano Jiménez. En este volumen de Tolimenses que dejan huella se dedica un capítulo a la vida de este religioso, quien se caracterizó por su labor social y espiritual en los municipios de Mariquita, Ambalema, Cajamarca e Ibagué. El padre Raúl apoyó todo lo concerniente a la construcción de la Ciudadela San Lorenzo (Mariquita) para 50 familias, después de la tragedia de Armero. Durante su estadía en Cajamarca, su legado pastoral trascendió su labor espiritual, la reconstrucción del templo y la construcción de la Ciudadela Ismael Perdomo, entre otras cosas, hizo parte de su legado en este municipio. Mientras que en las parroquias de Ibagué conformó grupos juveniles, grupos de música y apoyó obras de acción social para los más necesitados.