El acompañamiento espiritual vocacional es una necesidad apremiante en el camino de vida de todo bautizado. Este ha de servirle como instrumento para discernir las circunstancias de la vida, a todo aquel que anhela en lo más profundo de su corazón hacer la voluntad de Dios; para alcanzar este fin los jóvenes deben ser educados y acompañados en la práctica de sus ejercicios espirituales, de tal manera que puedan reconocer el modo como acontece Dios en la propia vida y en la vida de la comunidad eclesial en el contexto posmoderno.