Entre 1971 y 1977 se triplico el personal del Comite de Relaciones Internacionales de la Camara de Representantes en el Congreso de Estados Unidos, con el fin de imponer control sobre la politica exterior de la Casa Blanca. Acaso, se trataba del momento mas dinamico de una politica presidencialista sobre asuntos internacionales –el contexto de la Guerra Fria asi lo demandaba– que alerto al Congreso sobre una desbordada actuacion del presidente de Estados Unidos en la politica mundial. La caida de Richard Nixon (1974) permitio que aquella crisis abriera las puertas al poder legislativo sobre las posibilidades decisorias del ejecutivo en los asuntos mundiales. Se aprobaron, a finales de la decada, cerca de setenta enmiendas para limitar la conduccion presidencial de la politica exterior estadounidense. El Comite de Relaciones Internaciones de la Camara de Representantes estudio cada caso, desde la crisis en Indochina, el conflicto arabe-israeli, las dictaduras en Latinoamerica, las relaciones con la Union Sovietica y China, para sopesar el balance de poder entre el legislativo y la poderosa presidencia; incluso, se llego a estimar que la Ley de Poderes de Guerra pasara a manos de la Suprema Corte, con lo que la cualidad de comandante en jefe del presidente se puso en duda. Este fenomeno legislativo del equilibrio de poderes en la democracia mas antigua y paradigmatica de la modernidad, puede explicar el rol que juegan la historia y las relaciones internacionales en la configuracion del sistema internacional.