El mundo cambió para siempre. El auge de las tecnologías no solo ha impactado en la conducta humana, propiciando nuevos hábitos, estilos de vida y formas de comunicarse, sino en la forma de comprender la realidad, al tenerse que afrontar cada vez mayores retos que van desde la distribución efectiva de contenidos mediante herramientas digitales hasta complejas campañas de comunicación capaces de seducir a las masas.