La ética empresarial, desde los años 80, ocupa la mayor atención en las relaciones económicas actuales. Como resultado de la crisis global de 2008, se acentúa la idea de que las empresas implementen códigos de ética en varios sectores: el medio ambiente, las normas de competencia leal, la legislación laboral, la protección a la intimidad, la propiedad intelectual, la lucha contra la discriminación en las empresas, y la corrupción, entre otros sectores.