Cuando se efectúa algún tipo de balance sobre el devenir de las ciencias sociales en América Latina durante el pasado siglo xx resulta algo difícil desconocer en ellas la significación de la amplia e incisiva obra del destacado intelectual colombiano Antonio Garcia Nosa. A juicio de Jaime Piedrahita Cardona “Antonio García es el intelectual colombiano más conocido entre las universidades latinoamericanas, y uno de los profesores más leídos entre las nuevas generaciones colombianas” (Piedrahita, 1973, p. 3). Si bien en la época en que se hizo tal afirmación esta podría ser cierta, lamentablemente, al menos en lo referido a la divulgación y recepción de sus ideas en las nuevas generaciones colombianas y latinoamericanas no puede en la actualidad considerarse que se mantiene tal condición. Más allá de analizar algunas de las posibles causas del posible olvido “consciente” —por parte de algunos sectores tanto de derecha como de izquierda, no muy interesados en promover el conocimiento de sus ideas y especialmente sus propuestas sobre un socialismo diferente al “real” y un humanismo práctico (Machado y Guadarrama, 2008, pp. 115-30) superador del capitalismo— lo importante que nos convoca y compete es contribuir al conocimiento y estudio de sus audaces ideas, su divulgación, pero en especial, superación en las nuevas condiciones del siglo xxi.