La firma del Acuerdo Final de Paz suscrito entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (Farc-ep) y el Gobierno colombiano en noviembre de 2016, significó el fin del conflicto armado con dicho grupo insurgente y el inicio de un proceso de reincorporación de sus integrantes a la vida civil. El acuerdo establece que la reincorporación de la población excombatiente será implementada desde una perspectiva multidimensional referida a los campos político, social y económico. Además, estará vinculada de forma indisoluble con los otros puntos del pacto de paz, especialmente con la justicia transicional y, en menor medida, con la reforma integral del sector rural, la apertura política y la superación del problema de las drogas ilícitas. Por su parte, el campo político de la reincorporación supone el tránsito de las Farc-ep como organización político-militar sustentada en una economía de guerra y una base social de apoyo, a una organización político-partidista vinculada a asociaciones económicas legales y soportada por una base electoral.