A la filosofía, al igual que a la ética y la política se le pueden atribuir múltiples funciones, analizadas anteriormente, que explican por qué tantos seres humanos en distintas épocas y circunstancias se han dedicado a su cultivo. Múltiples culturas, antes y al margen de la occidental, han elaborado profundas y originales ideas políticas, jurídicas y éticas sobre el ser humano, sus derechos y formas de organización política, en particular las democráticas (Guadarrama, 2009b, pp. 79-96) Las funciones lógico-metodológica, axiológica, hegemónica, práctico-educativa, emancipadora, ética y estética de la filosofía, en cierta forma han estado subsumidas en la función axiológica y articuladas con la ideológica, si se entiende esta última no como falsa conciencia o simple imagen pretensiosa de la realidad social, sino como conjunto de ideas que conforman la concepción de una clase o grupo social y están dirigidas al sostenimiento o realización de su poder respecto a toda la sociedad, o al menos en nombre de ellas.