La Universidad Santo Tomás reconoce al docente como actor importante de cara a los procesos inherentes a la academia y de ahí la necesidad de su propio desarrollo. En este marco los procesos de enseñanza deben dar respuesta a las necesidades formativas de los estudiantes de este siglo, pero sobre todo responder a las realidades de los contextos latinoamericanos. Es así como desde “el texto de la enseñabilidad” se han estado fortaleciendo en los últimos 3 años, procesos didácticos y de evaluación del aprendizaje, a través del “pre-texto” del Reconocimiento a la Excelencia Tomasina, con cuatro categorías: Prácticas de excelencia para la enseñanza y el aprendizaje; la investigación y la innovación; la interacción e impacto con el medio; y la gestión académico-administrativa, promoviendo que los docentes empezaran a imbuirse en la innovación pedagógica y articularan en el aula las funciones sustantivas de la educación superior.