Para encarar una novela gráfica donde las acciones suceden en un escenario de una ciudad latinoamericana como es Bogotá, donde sus protagonistas son ciudadanos con vidas marginales cotidianas, comunes y corrientes, es importante reflexionar sobre las posibles relaciones de los conceptos: ciudadciudadano-ciudadanía y el cómo desde ellos se puede establecer y entenderse la identidad.