El conflicto armado se ha consolidado como uno de las principales re- tos y desafíos para los Estados, dado a que su naturaleza ha involucra- do cambios en las dinámicas institucionales, donde no solo afecta la economía de los países, sino también todo el contexto social, cultural, ambiental y político, lo que genera nuevas acciones de construcción social y ciudadana para dar respuesta a ello.