El inicio de la guerra de guerrillas obedece siempre a una respuesta generada por el levantamiento en armas de la población como reacción ante el invasor de un país. No obstante, su importancia ha variado a lo largo de la historia, aunque siempre surge como una lucha contra un ocupante más poderoso. Pero la guerrilla tal y como se conoce hoy en día surge en España como consecuencia de la invasión de la península por parte del Ejército napoleónico, y que concluyó con la derrota de la Grandé Armée en Bailén en 1808. Después, se pueden encontrar innumerables ejemplos de la guerrilla moderna. Por ejemplo, la Guerra de los Bóers en Sudáfrica, que fue una guerra de guerrillas a gran escala, o de los criollos contra el Imperio de Gran Bretaña, que finalizó en la Paz de Vereeniging en 1902. Otro ejemplo es Lawrence de Arabia, que constituyó una fuerza irregular para enfrentarse a los turcos, a los que venció en Jerusalén y Damasco, obligándoles a firmar la rendición en octubre de 1918. Ya durante la Segunda Guerra Mundial podemos hablar de los Wingate en Indonesia, enfrentándose a los japoneses, o la de Tito en Yugoslavia contra los alemanes. Sin embargo, los más brillantes estrategas de esta forma de lucha son los españoles, Mao Tse Tung y Ernesto Che Guevara