El presente texto tiene el propósito de situar la fotografía en las discusiones que se desarrollan en las ciencias sociales, en particular frente a la importancia antropológica, histórica y social que tienen los relatos visuales para los grupos humanos, en aras de fijar sus existencias, rituales y maneras de relacionarse con su entorno ambiental, social y cultural, construyendo constantemente relatos que develan su estancia por el mundo. Asimismo, la familia como institución es uno de esos grupos humanos que utiliza herramientas como la fotografía para construir sus historias y su memora colectiva oficial, en clave de narrativas discursivas, orales y visuales. La fotografía del desaparecido político y la de los reporteros de guerra permite pensar el lugar que tiene esta en las discusiones de la muerte y la violencia.