La universidad encarna la promoción de la persona en todas sus dimensiones como valor institucional pero también como imperativo emanado de la sociedad q ue la circunda, en esta medida, el papel de las Humanidades y del currículo en general resulta promotor de democracia y ciudadanía, asunto que debe mantenerse y fortalecerse de cara a un mundo divergente y complej o q ue genera día a día impensados desafíos