Paz y desarrollo son dos conceptos irreconciliables para las mujeres lideresas y dirigentes de la Amazonía norte, centro y sur del Ecuador. En este contexto, el desarrollo es sinónimo de neoextractivismo y, por lo tanto, supone la devastación de sus territorios y formas de vida en armonía con la Naturaleza. En este caso el consenso de las commodities toma forma bajo la amenaza constante de la Ronda Suroriente y las Rondas Intercampos, a partir de la cual entran a licitación bloques petroleros localizados en sus territorios ancestrales. El colectivo Mujeres Amazónicas —integrado al movimiento indígena ecuatoriano, pero como sujeto político con personalidad propia— exige el cumplimiento de su mandato. A través de este y de sus testimonios directos nos acercaremos a la comprensión de esta relación irresoluble entre paz y desarrollo, y reconoceremos las diferentes formas de violencia que este modelo extractivista imprime en sus cuerpos y territorios, por su posición como defensoras de la selva y como mujeres. Además, tomando como eje la historia de la Ronda Suroriente, abordaremos las disputas entre las diferentes jurisdicciones y territorialidades en conflicto, que combaten por mantener modos de vida en armonía con la Naturaleza o instaurar / profundizar el modelo desarrollista-economicista imperante.