El presente artículo propone una reflexión frente al papel que la educación rural ha tenido en el proceso de inclusión social de los habitantes del campo. Bajo ese marco, el texto se respalda en una revisión bibliográfica de tipo académico e institucional, con miras a establecer el carácter transformador que la educación rural ha suscitado en tales contextos, hoy gestionados a través de políticas de corte neoliberal, que han terminado por aumentar las desigualdades sociales entre el sector urbano y rural, además de deslegitimar formas de solidaridad social, comunalidad, cooperación y pluralidad de saberes que identifican a la vida rural.