En estos tiempos tan asaltados por el imperativo de la felicidad entendida como consumo, satisfacción, gozo, etc. Un tiempo que incluso ha desarrollado toda una industria farmacológica y de coaching que nos quiere obligar a un supuesto estado permanente de bienestar. Publicar un libro que busca una renovación del ethos humanista siguiendo como pista y camino de pensamiento a la melancolía que los anima, es no sólo un ejercicio de coraje sino también de honestidad intelectual.