En el presente artículo muestro que, como consecuencia del SARS-CoV-2, ha habido no solamente perjuicios, sino también beneficios, a saber: el incremento de confianza y responsabilidad por parte de los ciudadanos en los medios electrónicos, y la oportunidad que estos les han brindado de continuar su vida social, emocional y laboral en el confinamiento. Particularmente, sostengo que, aunque los medios electrónicos han sido usados en muchas ocasiones para crear miedo y control en la población, puede dárseles un uso diferente, el cual informe, responsabilice y establezca relaciones benéficas.